miércoles, 6 de abril de 2016

Sara Fernández-Ordóñez - Voluntaria Camp Adwa 2015

Los niños son en futuro si, pero también son la luz, la energía y la ilusión. Todo esto se puede palpar en Camp Adwa, en cada uno de los 800 pequeños que van todos los días “rain or shine”.

No lo dudes, esas criaturas te roban el corazón y te enseñan el mundo de otra forma (y dirás, eso es lo típico, ¡pero es TAN cierto e importante que lo repito!). Te muestran que todo es más simple de lo que lo pintamos muchas veces. Y lo que importa de verdad es lo básico, lo que se da por sobreentendido en el día a día y no valoramos lo suficiente cuando lo tenemos. Te enseñan que el cariño es lo más preciado que poseemos y que por ello hay que cultivarlo, darlo sin miedos  y disfrutar en ese proceso de dar y recibir.


No se me olvida lo feliz que me hacía ir todos los días a clase y encontrarme  a nuestros niños con ganas de comerse el mundo. No dudaban en ir corriendo a recibirte, a darte un beso e insistir en llevarte el material escolar que era casi más grande que ellos mismos. Desde luego esos etíopes te cambian y luego defenderán que tú has hecho lo mismo con ellos.  Y te das cuenta de lo importante que es este campamento, para ellos y para ti también. Ves  la
importancia del inglés para que tengan posibilidad a un futuro mejor. Porque sin el inglés no pueden continuar su educación.
Y porque todo cambio comienza por la educación, tanto la que das como la que ellos te dan, que es infinitamente más bella en mi opinión

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